miércoles, 13 de febrero de 2008

Las plantas ornamentales que resguardan las tapias de la casa, especies trepadoras que se aferran a las texturas de una pared, cubriendo el plano que limita la vivienda humana. Así como la obra de Maria Teresa Solano Rodríguez, cuando exhibe su obra “AZULES Y VIOLETAS LOS COLORES DE LA VIDA”, sobre la planimetría de un espacio en exhibición, aferrándose ligeramente a la arquitectura. Su follaje de trepadora, dibujada de modo delicado, con ilustraciones diseccionadas sobre soporte de papel, desbordan los límites, extendiéndose sobre la pared del museo, para reanimar el espacio. ¡A qué mejor compañía, por acá un toque de verde, azul y violeta sobre ese fondo blanco!

Seguramente la actitud de la propuesta nos pone a meditar sobre nuestras limitaciones, ya es suficiente pensar, que acondicionamos la vida al obstáculo que impone una pared que perpetuamente nos está mirando de vuelta.

Rafael Ortiz
ARTISTA VISUAL, DOCENTE Y GESTOR DE PROYECTOS

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